jueves, octubre 15

Osiris, las Claves del Mito

 Osiris, las Claves del Mito


Como apuntábamos al comienzo, las interpretaciones del mito osiriano, como ocurre en todo simbolismo, pueden ser múltiples y no excluyentes. Si tomamos un símbolo como la Serpiente, ésta por ejemplo puede representar el algunos casos el mal, y en otras la Sabiduría.

En la Biblia, por ejemplo, se quiere hacer la serpiente equivalente a Satán, pero Moisés en el desierto construye una serpiente de plata que coloca sobre un cayado en forma de Tau y hace que el pueblo de Israel la adore. Por cierto tendrían que explicar los teólogos cristianos por qué razón aseveran que esa serpiente es una pre-figuración del Cristo. El mismo Jesús aconsejó ser sabios como serpientes e inocentes como palomas. 

Lo mismo ocurre con los símbolos egipcios, tomemos como por ejemplo Seth, de un lado representa la sabiduría esotérica, de otro es reconocido por los egipcios como un dios necesario para ser faraón y protector de sus cinco nombres, e incluso algunos párrafos del Libro de los Muertos le dan un lugar preeminente. Sin embargo sabemos que en cierta época fue considerado como un poder que representa la sequedad del desierto, la materia, lo estéril, como opuesto a Osiris, que es lo fértil, la tierra junto al Nilo, e incluso el propio Nilo. 

Existen en el mito también otras claves, de tipo geográfico, como por ejemplo las referencias a Byblos. Fenicia, “la roja” es símbolo también, en ciertas tradiciones, de la Atlántida, la tierra de los hombres rojos. De otro lado parte de la leyenda se refiere a las tierras del Delta, y a cierto centro iniciático secreto situado en un pequeño islote en una de las ramas del Nilo. Oficialmente se admite que pudiera tratarse de Busiris, puesto que allí era donde se suponía estaba el pilar Djed de Osiris.

Hay también elementos de tipo astronómico, puesto que cada uno de los actores en el mito poseen relaciones con estrellas. Así por ejemplo, en una leyenda griega, de indudable origen egipcio, el gigante Orión (la constelación identificada con Osiris) parte a cazar leones acompañado de un perro. Es una alusión a la crecida del río Nilo: Orión-Osiris sale a cazar leones porque es durante la época regida por el signo zodiacal de Leo, en Julio, cuando sucede la inundación de las aguas del Nilo-Osiris, acompañado por un perro que es símbolo de la estrella Sirio, la estrella del Can, que es la que anuncia la inundación en esa época. Dice la leyenda que finalmente el gigante Orión es atacado y muerto por un escorpión, porque es a comienzos de la época regida por el signo zodiacal de Escorpio, finales de Septiembre, es cuando comienzan a bajar las aguas y la sequedad hace su aparición. Por eso la diosa Serkit, o diosa escorpiona, está asociada al desierto y a la sequedad.


Desde un punto de vista psicológico y simbólico, la tríada Osiris-Isis-Seth (con la adición de Nephtys como segundo aspecto de Isis) y el drama que protagonizan, representa los tres aspectos presentes en el ser humano: Espíritu, Alma y Cuerpo, o Nous, Psyché y Soma. Podemos representarlo como un doble triangulo con un elemento central que es de donde parte la lucha.

OSIRIS

Osiris, en esta clave psicológica y humana, es el Espíritu que encarna, por eso es el rey venido desde otro lugar, el rey traicionado y añorado, que tanto nos recuerda otras leyendas, universalmente extendidas como la del rey Arturo, en las que un rey justo es también traicionado, y tiene que retirarse a otro lugar lejano. Casi todos las culturas poseen leyendas similares. La "resurrección" de Osiris también simboliza, en esta clave, todo el proceso de iniciación y al propio iniciado, o sea la conquista y superación del ser humano. 

ISIS

Asociada indisolublemente a Osiris, representa a la Maga, la que conoce las palabras de poder de Ra. En otras palabras es la Mente mágica y que conoce los misterios, y por ende tiene una capacidad para reconstruir y hallar las vías para recuperar el espíritu, tal como vemos hacer a Isis a lo largo del mito. El elemento femenino, por su capacidad dual es siempre el intermediario en toda triada. Isis y Nephtys, o sea, el lado brillante de la Luna y el lado oscuro, son los dos aspectos de una misma entidad, la dualidad propia de la mente humana, que cuando está bien dirigida e iniciada se convierte en el trono (Isis: Auset, trono o asiento) sobre el que se levanta el Ojo de Ra

Osiris

SETH

Es lo oscuro, el adversario, la resistencia inerte de la materia, el desierto. Y en la clave psicológica representa todos los impulsos que surgen desde el yo inferior que matan y dividen nuestro espíritu. Es también según las leyendas la columna vertebral de Osiris, porque curiosamente es el centro, el lugar de la batalla, y al mismo tiempo la escala que permite a través de sus pruebas que el espíritu ascienda. La vida material, esa "enemiga-amiga" así nos lo enseña. Así no necesariamente Seth es "lo malo", puesto que a veces lo que consideramos el mal es una forma de oposición que hace salir lo mejor de nosotros mismos. Por eso Seth tiene también ese doble aspecto: en cierta época fue considerado un dios muy importante, especialmente en el Alto Egipto. La familia de los ramésidas lo colocó en el más alto lugar, y sin embargo en otras épocas aparece como signo del mal.

¿Cómo se explica esta ambivalencia de Seth? Llegar a desentrañarlo sería explicar el problema del mal en el mundo, de la verdad y la mentira, de lo ortodoxo y lo herético, de lo aceptado y lo esotérico. En toda época y lugar aquellos que se apartaron del camino prefijado por la mayoría ortodoxa fueron considerados rebeldes, destructores y obstinados. Bastaría recordar la propia historia de Buddha, Jesús, Sócrates, Giordano Bruno, y tantos otros.

La raíz Seth, Sat, contiene en los lenguajes semíticos y afroasiáticos como el egipcio, la idea de “oposición”, “adversario”. El planeta que le correspondía era Saturno, llamado en la tradición el “Viejo Maestro”. Sin ahondar más en la problemática simbológica de Seth, bastaría, desde un punto de vista psicológico, recordar a esos maestros, que alguna vez tuvimos en nuestra época escolar, cascarrabias, que no dejaban pasar una, al que considerábamos terrible, pero que tras el paso de los años, recordamos con afecto y comprendiendo entonces cuánto aprendimos de ellos.

Por tanto en Seth tenemos dos aspectos, uno misterioso, muy arcaico, conectado con lo esotérico, y otro como símbolo de la resistencia e inercia de lo material. Como representante de lo esotérico él es el que “organiza” todo el sistema iniciático en Egipto: arroja el cuerpo de Osiris al Nilo, o sea Egipto, lo distribuye y divide en múltiples capillas secretas, y en ciertas variantes de la leyenda es el padre de Anubis, el que abre los caminos a la iniciación, de naturaleza oscura como el mismo, y de ojos rojos como Seth. 

Es curioso notar que el texto dice que la división del cuerpo de Osiris ocurre durante la noche, bajo la luz de la Luna, cuando Seth había a salido a cazar. Evidentemente nadie caza de noche, se refiere al secreto con que los trozos-centros iniciáticos fueron organizados.

Sin embargo en otra clave, Seth representa lo material y por tanto el poder de enclaustrar y despedazar al espíritu, su opositor.

EL COFRE

Seth, tras el regreso de Osiris, le prepara una trampa: un cofre que contiene exactamente las medidas de Osiris. ¿Existe algún cofre que contenga sólo y exclusivamente las medidas de una persona? Sí, indudablemente eso es el cuerpo, el biorobot en el que estamos encerrados. El cofre es sellado con plomo, símbolo de lo material y pesado, y elemento químico asociado a Saturno, o Sat, o sea Seth. 

Esto sucede a los 28 años de edad de Osiris (o de su reinado según otros), o sea 4x7 y ayudado en la conjura por 72 conspiradores. Posteriormente el cofre es arrojado a las aguas. Las aguas en esta clave de interpretación representa las aguas del mundo o de la ilusión. O sea, ya tenemos un espíritu encarnado y arrojado, como solemos decir, al océano de la vida.

EL ÁRBOL Y EL PILAR DJED

Tras llegar el cofre que contiene su cuerpo a Byblos, queda enraizado en el interior de un árbol mítico, allí permanece en su interior. Los árboles siempre fueron imagen de la creación y también del hombre mismo. Baste recordar nuestra conformación anatómica externa, y sobre todo la interna, la columna vertebral con sus raíces y ramas constituidas por el sistema nervioso central, y la serpiente enroscada que representa el sistema ganglionar para-vertebral. O más simplemente: el hombre es un ser con sus raíces en la tierra y sus aspiraciones en el cielo.


No solo Osiris es un árbol, sino también es un pilar, el famoso pilar Djed, símbolo de la estabilidad y del propio Osiris. Levantar el pilar se convirtió en un ceremonial equivalente a levantar a Osiris de su estado de muerte. Vemos representaciones de faraones levantando dicho pilar, como por ejemplo Seti I en el templo de Abydos.


El pilar Djed es una columna-árbol que posee 4 capiteles
aludiendo a los 4 elementos que constituyen nuestra personalidad, es símbolo pues de la estabilidad alcanzada en los 4 aspectos del cuaternario (físico, energético, emocional y mental), también se ha interpretado como representación de la columna vertebral, pero el resultado simbólico sería el mismo, los masones así lo entendieron, y por ello fijaron en su sistema de iniciación en 33 grados como el número de vertebras en la columna. 

A veces lo observamos, en ciertos dibujos, penetrado por los ojos de lo divino, el poder del látigo y el cayado heka de la magia. En esta forma de representación no solo serían los 4 elementos estabilizados, sino además gobernados por lo divino, pues el cayado "heka" es el poder de la magia, y más concretamente el poder (he) del Ka, y por el otro lado el látigo es una forma estilizada del jeroglífico "ms" que significa "fuente" "origen" "nacimiento".

Hay una segunda parte en el mito donde Seth vuelve a encontrar a Osiris dividiéndolo en 14 trozos (7x2). Se afirma la idea anterior, pero además aquí veríamos otro segundo significado. Puesto que Osiris ya ha crecido dentro del árbol-pilar, ahora es troceado, repartido por todo Egipto. Recordemos que Seth también es el adversario esotérico, el maestro-opositor y establecedor del sistema iniciático en todo Egipto.

COCODRILOS 

En otras palabras el sistema osiriano se reparte por todo Egipto, para  que los cocodrilos lo coman. Recordemos que en todas las tradiciones el cocodrilo o el dragón, o la gran serpiente es símbolo del maestro iniciado, y que la palabra egipcia correspondiente a cocodrilo es “meseha”, de donde procede “mesihi” en árabe, que es como llaman a los cristianos y “mesiha” en hebreo, o sea el Ungido o Mesías. El significado de esta palabra esta relacionado con los rituales en los que se utilizaba como unción sagrada el aceite de cocodrilo (msh).

Sobek-Ra

A pesar de todo, los iniciados respetan a Osiris, los cocodrilos no atacan a los suyos. La barca de papiro alude a Thoth, es la protección de los escritos, de la sabiduría y la enseñanza esotérica, a la que la cofradía de sabios respeta.

En el Libro de los Muertos al candidato Osiris se le compara con un cocodrilo. Sobek, el dios cocodrilo hijo de Neith, es aliado de Osiris, pero además es en el templo de la diosa Neith, diosa de la ciudad de Sais o de la Sabiduria, uno de los lugares más importantes, es donde se dice que Osiris está enterrado.

ANUBIS

Isis y Nephtys, el lado brillante de la luna y el oscuro, la magia secreta, la mente enterada de los conocimientos es la que por segunda vez rescata los trozos. Anubis por otro lado es el que abre los caminos, el que aparece al lado de la balanza en el juicio, pero además una de las recitaciones del Libro de los Muertos lo relaciona con los propios brazos de la balanza y con el lugar en medio de la frente que él abre: es el que ayuda al neófito a “abrir el camino” de la iniciación. Porque Anubis, el chacal, que vive cerca de los cementerios, o sea el lugar donde viven los muertos-iniciados, es quien da acceso a los mismos. Es a Anubis a quien le corresponde la “piel de vaca” o la nébrida, como símbolo de las pruebas de purificación en la capilla Mesqet o de Purificación, donde transcurre el Rito de Pasaje de los iniciados, tal como existe en la India. 

Izquierda: Nébrida Derecha: Nébrida frente a Osiris

7 ESCORPIONES

Acompañando el grupo de rescate hay también 7 escorpiones. El escorpión es el símbolo de la sequedad del desierto, y de la diosa Serkit, una de las protectoras de Osiris. Escorpio en la tradición astrológica se entiende como el símbolo de la destrucción de los elementos materiales de la personalidad. Por eso en esta segunda incursión de Isis, es acompañado por 7 escorpiones, para “secar” y destruir lo corrupto en el cuerpo de Osiris. A la diosa Serkit se le atribuye el papel de secar los humores o efluvios del cuerpo momificado de Osiris.

Serkit


14 TROZOS Y 14 LUGARES SAGRADOS

Cada trozo encontrado es dejado en un lugar, o sea las diferentes capillas o centros de iniciación a lo largo de todo Egipto. Se dice que se escoja un animal para representarlo, o sea un dios, pues ya se sabe que los egipcios tuvieron a ciertos animales como sagrados y que además representaron muchos de los dioses bajo forma animal. Ya desde tiempos muy antiguos se identifica a Osiris como "Dios del Todo", y entonces los dioses no serían mas que conceptos y poderes abstractos, representados por símbolos animales, cada uno expresión de una parte de Osiris. Así, en la recitación 42 del Libro de los Muertos, cada miembro de Osiris se identifica con un dios. También Osiris es el "Dios de los Confines", aludiendo a su papel de "frontera" hacia el otro mundo, y límite-puerta hacia la que el neófito tiene que acceder y traspasar.

Su cuerpo, a pesar del anterior reparto, finalmente es reconstruido en su totalidad y enterrado en un sitio secreto. Lo cual nos habla de un lugar principal del cual los distintos centros iniciáticos serían solo una parte.

LOS NIÑOS

Son los que indican a Isis como encontrar a Osiris. En la tradición los niños representan los neófitos e incluso los propios iniciados. Sólo ellos conocen el camino iniciático para encontrar a Osiris. Evidentemente el mito osiriano posee una gran complejidad, aquí solo hemos querido dar una visión menos conocida del mismo, sin pretender ser completos, pero al menos dejando la puerta abierta para nuevas interpretaciones, no limitándonos a las típicas explicaciones de tipo agrario.

“...he surgido de las aguas del río, y tras hacer una ofrenda de incienso, he seguido mi camino por las acacias del Nilo para volverme un niño”  Libro Egipcio de los Muertos


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