viernes, enero 29

Medicina y Magia Egipto 02 - Los Patrones Fundadores

 LOS PATRONES FUNDADORES

Como en muchas culturas tradicionales, el origen de la medicina no es el resultado de un descubrimiento, ni tampoco la acumulación gradual de experiencias, sino que aparece como una revelación, como un sistema dado por uno o varios seres superiores, o incluso dioses.

Y la razón es obvia, pues si bien los aspectos "técnicos" y de procedimiento, las aplicaciones y desarrollos concretos de una cierta ciencia o actividad pueden ser el resultado de acumular muchas observaciones y experiencias, sin embargo los principios, los fundamentos de una ciencia son dados de una vez, son el esquema fundamental aplicados por el genio, humano o divino. Así, por ejemplo, hablamos de Newton como fundador de la Mecánica, o de Einstein como precursor de la Física moderna, aunque indudablemente muchos otros han colaborado en su desarrollo posterior.

Thoth es considerado el fundador de la medicina egipcia, el legislador y quien establece sus principios. Ahora bien, Thoth representa en la historia y simbología egipcia muchas cosas. Pues por un lado es un hombre, mítico quizá, pero un hombre superior que en tiempos posteriores fue llamado Hermes el Tres Veces Grande, o Hermes Trimegistos, a quien podemos considerar auténtico fundador de la civilización egipcia, pues estableció su sistema científico, religioso, las leyes, e incluso los libros ceremoniales, y en especial los seis libros canónicos de la medicina egipcia. 

Thoth como babuino instructor de un escriba, y como escriba testigo a la derecha

Thoth es también una divinidad, o sea un poder divino simbolizado, es la Sabiduría, entendida fundamentalmente como un equilibrio, una armonía entre lo que se conoce y lo que se aplica, es un conocimiento en acción, un saber hacer. Sus símbolos fundamentales, la balanza o el equilibrio justo, la pluma y el papiro del escriba, o el aprendizaje y la cultura, y el ibis, ave que como jeroglífico significa "buscar", "investigar", cualidades fundamentales del sabio, del filósofo y del erudito, lo relacionan con las ciencias en general y con la medicina en particular.

Además, Thoth es símbolo de una hermandad secreta que a lo largo de los siglos fue conservadora y dispensadora de los conocimientos que formaron el armazón de la civilización egipcia.

Imhotep y Amenhotep

A través de la larga historia de Egipto sólo dos seres humanos se consideraron dignos de recibir culto especial: Imhotep y Amenhotep el hijo de Hapu. Ambos compartieron biografías muy similares: fueron visires, hombres de confianza del Faraón, arquitectos, conocedores en todos los asuntos del Estado, y al mismo tiempo considerados como sanadores y patrones de los médicos

En varios lugares aparecen representados uno junto al otro, e incluso en algunas inscripciones se dice de manera expresa que ambos "forman una sola carne", y que el uno vivirá en el otro por toda la eternidad. Sus capillas fueron objeto de peregrinaje en búsqueda de curación, y los médicos los consideraron como patrones de su profesión.

Sus nombres quizá nos puedan ofrecer algunas claves. Hetep ó Hotep es una expresión usualmente traducida por paz, placer, contento, satisfacción. Pero su significado es más complejo, pues estas traducciones no serían más que el resultado final de algo más profundo: la Restitución. 

Hetep, panecillo sobre altar de ofrendas

La existencia del ser humano es el resultado de la creación de Ra, de sus lágrimas fueron originados, y el objetivo final de todo hombre es retornar a él. Ra, no es como se suele creer el Sol, sino que este es símbolo de la Unidad Esencial de donde todo se originó y a lo que todo se restituirá. Por eso el hombre, quien ha recibido todas las donaciones de la existencia, desde su propia vida al de la vida de los seres vivos que le rodean, y la de la naturaleza entera de la que se sirve, solo le cabe restituir, devolver en parte lo que le ha sido dado, y así devolver las cosas a su orden primero. 

Altar de ofrendas Hetep

Por esta misma razón "Hetep" es el nombre que se da también a las ofrendas, a los pequeños altares mágicos dedicados a los muertos, para restituirles y proveerles de lo que merecen. Así Hetep es la paz, el contento, la satisfacción que resulta cuando se devuelve lo que ha sido tomado, cuando la falta se compensa.

El prefijo "Im" significa el que trae o lleva consigo, y así el significado final se completa: Imhotep es "El que trae o restituye la Armonía, o el Equilibrio", acción que caracteriza de forma fundamental la tarea del médico, según el concepto clásico.

Lo mismo ocurre con Amenhotep, o sea "la restitución o la paz, o la satisfacción de Amón o Amen", nombre muy común en la época de este visir. Pero que también tiene otro significado más interno: la "Armonía invisible" o secreta, pues Amen significa precisamente eso, lo oculto, lo invisible. 

Hay varios jeroglíficos para esta palabra, Amen, pero uno de ellos nos llama la atención: se trata de un hombre arrodillado y apoyando la mano derecha sobre el corazón (símbolo a su vez de la conciencia) Así, Amón o Amen el invisible, es la misma conciencia, el centro secreto del Ser. Y por ello, Amenhotep, es el equilibrio, el contento y satisfacción del ser invisible que nos anima, el misterio que nos cobija.

En resumen, todo apunta a una idea general: la del restablecimiento de la paz, armonía u orden que es el sentido profundo y tradicional de las medicinas clásicas, pues con este simple paso previo se evitarían muchas enfermedades, aunque no todas obviamente, y ayudaría así mismo a recuperar la salud de manera más rápida y satisfactoria y no meramente "eliminando la enfermedad", pues una vez ésta desaparecida en sus manifestaciones evidentes, permanece el estado de desequilibrio (emocional y psicológico, dietético, ejercicio, estilo de vida, trabajo, etc.)  que si no es corregido generará una nueva enfermedad.

Continuará