jueves, abril 16

La jungla de los Dioses Egipcios y el Hacha 02 - Akhnaton y la Inquisición

AKHNATON Y LA INQUISICIÓN


En Egipto nadie “pertenecía” a una religión, no existían osirianos, isisianos o amonianos. Había sacerdotes de esos cultos, pero en muchos casos intercambiables, como especie de cargos administrativos, y en todo caso los Sumos Sacerdotes de esos cultos eran únicamente representantes del faraón y éste representaba al pueblo por entero ante el mundo de lo divino, sin distinciones.

Solo Akhenatón rompió el pacto. Hoy se nos quiere presentar su figura como ejemplo de iluminado “pre-monoteísta”, películas, libros y artículos pretenden convencernos que fue casi un santo incomprendido que intentó instituir el culto cuasi-monoteísta de Atón en contra de los archimalvados sacerdotes del dios pagano Amón. Pero lo cierto es que a los ojos de toda la historia egipcia, de toda la nación, fue un loco hereje y criminal. En realidad todo es falta de entendimiento sobre los símbolos del pasado, de un lado, y del otro propaganda interesada de las religiones monoteístas de nuestro tiempo. Veamos.

Amón representaba el Espíritu oculto detrás del Sol, o sea de todo nuestro sistema solar, y también, dado que el Sol mismo era símbolo de la divinidad, del espíritu oculto de Dios en el Universo. El Sol, en sí mismo nunca fue para los egipcios más que un símbolo de la Unidad esencial en todas las cosas y de la Unidad divina en todo el Universo, pues los egipcios no eran ignorantes de la existencia de la estrella Sirio, a la que consideraban la estrella central alrededor de la cual giraba nuestro sol, por tanto no creían que nuestro sol fuese un dios, sino que representaba a dios, como una cruz al dios cristiano.

Cuando Akhenaton suprimió el culto de Amón, contra la voluntad de todos y con una violencia propia de la gestapo, impuso el culto de Atón, sustituyó un concepto de tipo universal e inmaterial por otro de tipo físico y de inferior categoría, puesto que Atón es el disco solar en sí. Aquella reforma, junto al hecho de imponer por fuerza no sólo una religión para todos, sino además prohibir la libertad religiosa existente, fue para los egipcios una pesadilla. Akhenatón, de hecho, sí fue el precursor de las religiones monoteístas que siguieron después: fue el inventor de la Inquisición.

Los neterus por otro lado, especialmente si nos referimos a “seres divinos” en el sentido de hombres iniciados o entidades superiores, sin necesariamente implicar lo que entendemos por dioses, viven en su propio mundo: el Neterjert, traducido por “dominio de los dioses”, aunque en realidad sería más correcta su traducción por “el lugar subterráneo de los dioses” o también el “lugar divino y subterráneo”. Su significado es pues próximo al de Ra-stau que discutiremos más adelante, como cámaras subterráneas de las iniciaciones.